Continuando la aventura por Chihuahua, nos topamos con el Pueblo Mágico Creel, es probablemente la localidad más visitada de la Sierra Tarahumara, su cercanía a la ciudad de Chihuahua y su estación de ferrocarril, hacen de esta localidad una parada obligatoria para los viajeros.
Cuenta con una plaza de armas conformada por una explanada arbolada con un sencillo quiosco y un monumento a Enrique Creel, fundador de la localidad.
La estación Creel, fue fundada en 1907 en lo que era una ranchería Rarámuri (nombre real de los tarahumaras) llamada Nariachi. Esta estación es el primer encuentro con la sierra a través del ferrocarril que parte de la ciudad de Chihuahua. Esta línea férrea, conocida actualmente como Chihuahua-Pacífico, era antiguamente conocida como Ferrocarril Kansas City, México y Oriente y durante muchos años culminaba en Creel, hasta que en la década de los años 60 su trazo actual fue terminado por el gobierno mexicano.
Cerca de Creel se encuentra el enigmático Valle de los Monjes, que según la una de las leyendas dice que fueron monjes que se quedaron petrificados realizando reflexiones muy profundas, otra leyenda dice que estas formaciones se erigieron durante la creación del mundo. Las rocas no se habían solidificado y eran maleables; de ahí sus perfiles escultóricos. La ciencia dice que son formaciones rocosas que se han ido desgastando por la lluvia y el viento. Cada roca llega a mediar hasta 60 metros.
Para cerrar con broche de oro, puedes visitar el Lago de Araeko; Arareko quiere decir “herradura” en Rarámuri. Este majestuoso cuerpo de agua tiene forma de “U” y está rodeado de fragantes árboles de pino y coníferas. En diferentes momentos del día, la luz juega con el reflejo del lago para crear paisajes únicos e irrepetibles. El lago es apto para navegar y escoger tu propio camino a golpe de remo. También hay bicicletas de montaña para pedalear por senderos a través del bosque o si deseas tranquilidad puedes perderte en el bosque y quedarte en una cabaña.