Cuando hablamos de zonas arqueológicas, vienen a nuestra mente, grandes pirámides, zócalos, juegos de pelota, grandes esculturas, pero Paquimé es totalmente diferente.
Paquimé fue un emplazamiento de casas de adobe construidas en forma de laberinto, con complejos sistemas de suministro de agua e incluso aposentos para guardar animales exóticos (como guacamayas) y de consumo. Sus edificaciones constituyen la mayor construcción realizada con adobe en su época en América, tanto por lo avanzado de las técnicas de construcción, como por los elementos suplementarios para la comodidad de los habitantes.
Paquimé es rodeada por un gran misterio, ya que no se sabe a ciencia cierta, que civilización fue la primera en habitar en el lugar. De hecho en el Museo de las Culturas del Norte, se encuentra un fragmento de meteorito, que si lo observas a detalle, tiene grabados similares a las ollas que se fabrican en Mata Ortíz, por lo que algunos deducen que los primeros habitantes, fueron seres de otro planeta. La zona, también cuenta con un juego de pelota, lo que lo diferencia es que no posee los famosos “aros” en donde se encestaba la pelota, sino, se llevaba a cabo como un juego de “futbol” normal.
Otra parte que lo hace misterioso, es que solo ha sido explorado e investigado, un 25% de sus 36 hectáreas, los expertos estiman que pudo haber tenido más de 2.000 cuartos y unos 10 mil habitantes en su momento de mayor esplendor.
Algunas de sus principales construcciones son: La Casa de la Guacamayas recibe ese nombre porque debajo de su piso se encontraron enterradas 122 guacamayas, lo que refleja que el ave fue un animal de importancia en la cultura de Paquimé. La Casa de los Hornos es un conjunto de 9 cuartos con hoyos que se supone utilizaban para cocer el agave. La Casa de las Serpientes estaba formada por 24 cuartos y otros aposentos, conjunto que fue utilizado para criar tortugas y guacamayas.
Una de las experiencias que complementan la visita a Paquimé, y de las que hablaremos en la segunda parte, es la visita a Casas Grandes, declarado Pueblo Mágico y a la localidad de Mata Ortíz, en donde se cocinan experiencias inolvidables, que te hacen valorar el trabajo artesanal.