Con motivo de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer el pasado 8 de marzo, considero importante resaltar su participación en el turismo desde tres enfoques: colaboradora, empresaria y turista.
Por lo regular en cualquier lugar del mundo, la mayoría de los colaboradores o empleados de la industria turística son mujeres. Al menos en México, el 60% de la fuerza laboral de la industria turística nacional está integrada por ellas (atención al cliente y gestión interna), esto es más de 5 millones y sus ingresos son de 10 a 15% menos que el de sus homólogos masculinos. Esto quiere decir que el turismo es el segundo empleador en términos proporcionales de mujeres. Solamente el 5% de las empresas tienen una directora o gerente, y solo el 4% tienen una participación mayoritaria femenina, siendo que hay menos mujeres en roles de toma de decisiones. Esto demuestra que las mujeres están más representadas en el turismo que en otros ámbitos laborales.
A lo largo de la última década, se han desarrollado proyectos turísticos que logran empoderar a las mujeres, ya que el sector ha sido reconocido por el Banco Mundial como un mecanismo de desarrollo ágil y poderoso.
Es tan importante su participación, que la Organización Mundial de Turismo (OMT), en apoyo al Plan de Desarrollo Sostenible de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en su objetivo #5 que trata de “Lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas”, tiene el deber de promover que el desarrollo de turismo repercuta de manera positiva en la vida de las mujeres. Con esta idea, en 2007 el Día Mundial del Turismo (27 de septiembre), se organizó bajo el lema “El Turismo abre las puertas a las mujeres”, después, en 2011, se presentó el Informe Mundial sobre las mujeres en el turismo 2010 que es un hito en el terreno del turismo y el género, centrándose en 5 áreas principales: empleo, emprendimiento, liderazgo, comunidad y educación. Este estudio confirma que el turismo puede actuar como vehículo de empoderamiento de la mujer. Sin embargo, siguen existiendo grandes diferencias.
Por otro lado, la mujer como empresaria ha encontrado en el turismo una gran oportunidad de desarrollo emprendedor, siendo éste un sector donde existe el doble de mujeres empresarias laborando. Hoy se puede ver cómo las mujeres lideran las Asociaciones de Hoteles, Restaurantes, etc a nivel nacional e internacional. El turismo se ha convertido en un pilar importante, hasta ahora, en el desarrollo del país, ya que beneficia a todas las regiones y fomenta pequeñas y medianas empresas con el consumo local, pero hace falta mucho más emprendimiento del género que impulse la igualdad de oportunidades y cambio de cultura empresarial que rige a este sector. Estas iniciativas, pueden estar relacionadas con las compras que se realizan en la hotelería, donde un alto porcentaje son importaciones y de esta forma fortalecer la cadena productiva con productos nacionales.
Tomando en cuenta que la mayoría de las empleadas en los hoteles son mujeres y que ya existen algunas empresarias en la industria turística, ¿qué pasa con los hoteles y su especialización en las mujeres que viajan? Un segmento de mercado que, hasta ahora, había estado completamente desatendido.
Se sabe que el género femenino demanda un producto más especializado y meticuloso que un huésped masculino. Por ejemplo, productos desmaquillantes, secadoras que de verdad funcionen, menú de masajes, armarios bien iluminados, “amenities” más selectivos, en fin, una variada lista. Esta moda viene de Estados Unidos, donde el número de viajeras ejecutivas alcanza una cifra muy alta y varios hoteles ya están destinando pisos completos para mujeres. En estos casos, cambia desde la decoración y el equipamiento, hasta algunos servicios extras como:
• Contratación de servicios de asesores de moda
• Revistas femeninas
• Productos más saludables en el minibar
• Espejos especiales que no se empañen con el vapor
• Kits de “emergencia”: sets de maquillaje, vestidos negros, etc.
• Toallas más grandes
• Productos femeninos en el baño: toallas femeninas, limas de uñas, mascarillas relajantes, bálsamos labiales….
• Arreglos florales todos los días
Algunos hoteles que se han vuelto exclusivos para mujeres o que cuentan con pisos dedicados a nosotras son:
• Hotel Artemisa – Berlín, Alemania
• Grange City Hotel – Londres, Inglaterra
• Hamilton Crowne Plaza – Washington, Estados Unidos
• Hotel Georgian Court – Vancouver, Canada
• Luthan Hotel and Spa – Riyadh, Arabia Saudita (¡por extraño que pueda parecer!)
• Himeyado Hanakazashi – Gamagori, Nishiura-cho Oyama, Japón
Estos hoteles, más que una estrategia de promoción o de mercadotecnia, se han dado cuenta que las tendencias de mercado están orientadas a darle un lugar especial a las mujeres, quienes viajan y pueden pagar los mismos lujos que un hombre.
¿Cómo se pueden eliminar las brechas entre los géneros? Los principales factores que promueven este desequilibrio son: dificultad para lograr la conciliación familiar, la maternidad y la elección de la familia por encima de una carrera profesional. Con incentivos financieros dirigidos, acceso a la tecnología y a la infraestructura, contribución al desarrollo de capacidades, garantías, leyes, políticas y programas públicos para la defensa de la mujer. Solo con todo esto, se podría hablar de una política de turismo con perspectiva de género y se puede concluir que como mujeres, tenemos un gran camino que recorrer y que los empresarios y hoteleros tienen una oportunidad de negocio hacia un segmento mercado que no deben de perder de vista.