Independientemente de que los resultados en los procesos democráticos que se han vivido recientemente nos gusten o no, me parece que estamos ante una realidad en la que los habitantes de diferentes regiones se han expresado y “algo” le han querido decir al mundo. El llamado Brexit, el voto contra el proceso de paz en Colombia y la victoria de Donald Trump en los Estados Unidos son acontecimientos que nos debieran hacer pensar en que tan eficiente ha sido la globalización para resolver las desigualdades, entendernos entre culturas y mejorar las condiciones de vida-convivencia de los habitantes de las diferentes regiones del planeta. Sin embargo, de esos temas “macro” ya se ocupan miles de sociólogos, así como analistas económicos y políticos. A mí me gustaría más bien ver hacia el futuro y entender el papel que, como profesionales de la industria de reuniones, nos toca jugar ante este cambio de paradigma cuyo impacto vamos a empezar a sentir de una manera o de otra.
Tenemos que platicar, tenemos que discutir, tenemos que dialogar y que mejor las reuniones/foros/cumbres/coloquios cara a cara como vehículo para construir puentes entre generaciones, culturas, religiones e incluso distintas ideologías socio-políticas. Por eso soy un ferviente creyente del concepto GLocal en donde parámetros, lineamientos y estándares globales se deben aterrizar en lo local, respetando la forma de hacer negocios, de hablar, de vivir y de entender el mundo de las comunidades receptoras; y son los Congresos, las Exposiciones los que pueden hacer coincidir esos dos planos generando contenidos de abajo hacia arriba e involucrando a todos en el proceso.
Como ejemplo me pregunto: ¿Qué si se debe “renegociar” el Tratado de Libre Comercio? En lo personal, aunque soy partidario de la apertura comercial, no creo que nunca debamos tenerle miedo al diálogo….la palabra “re-negociar” eso implica……sentémonos en la mesa a ver como mejoramos algo que, si bien ha funcionado para algunos, claramente hay sectores que no le ven beneficio. Negociar implica debatir, proponer condiciones, acercar las partes…….malo que dijeran que algo NO es negociable. En este caso específico, la visión de un Presidente es “mejorar, dinamizar, modernizar” un tratado y quizá la visión de otro es “acotar, disminuir o modificar” el mismo. Propongamos foros, impulsemos contenidos, busquemos a los actores, transparentemos los términos del diálogo y así, estas reuniones estarán contribuyendo a la distención y prospección a futuro.
Sé que no estoy inventando el hilo negro y que desde siempre reunirse ha sido la forma de resolver conflictos o acercar posiciones, incluso en el plano personal…cuantos divorcios o pleitos comerciales se han evitado platicando, sacando las diferencias, exponiendo las inconformidades para después ir acercando otra vez a los actores a una posible solución en armonía. Sin embargo, ahora existe un sector profesional maduro que se dedica a organizar plataformas de todo tipo. Sé que nos han enseñado que la logística es importante, que reservar cuartos, contratar banquetes, apartar asientos de avión, montar pabellones y negociar recintos requiere habilidades….Pero también en esta industria (que pertenece tanto a los sectores económicos como al mundo del conocimiento)…tenemos responsabilidad en los contenidos y en procurar los contextos adecuados para el diálogo.
Otro gran tema que es indispensable en las reuniones es el de la transparencia ante el cambio. Cuando la gente se reúne, cada vez son más públicas las posturas, los argumentos se socializan, los resultados se democratizan e imágenes-versiones se difunden. Todos los asistentes a una reunión en la actualidad somos “reporteros” de lo que en ellas acontece, se suben videos, se plantean dilemas que se publican en tiempo real por los medios sociales, discuten tanto los que están presentes como los que tienen acceso virtual; los locales y los globales; los de derecha y los de izquierda; los judíos, cristianos, musulmanes y ateos; los millenials, baby boomers o de la famosa generación X; por lo anterior es que los foros se vuelven un escaparate inmejorable para que TODOS participemos en la resolución de los problemas.
Aprovechemos esta etapa histórica para ser el sector que ofrezca la plataforma de acercamiento a los extremos, el puente que impida las descalificaciones simplistas para provocar el convencimiento con argumentos; que evite por su naturaleza el aislamiento y la discriminación; que aporte generosamente sus máximas capacidades para sacar de esta etapa lo mejor para las futuras generaciones….. ese es el papel que nos corresponde jugar, y se dice fácil pero creo que es una ENORME RESPONSABILIDAD.