¿Te acuerdas cuándo y cómo fue tu primer viaje? ¿Cuándo eras niñ@ tenían un viaje anual en familia? ¡El viajar con niños es toda una aventura llena de imprevistos, no importa que sea en coche, tren, avión o barco!
Esos viajes donde las mamás llevaban T O D O para cada uno de sus hijos, han terminado, ahora, al menos las líneas aéreas han “obligado” a que sean más eficientes en la preparación del equipaje. ¿Por qué? Definitivamente es una buena fuente de ingresos extra, pero, además, al parecer para algunas aerolíneas que no han visto el beneficio, los papás con niños no son el mercado ideal. Sobre todo, si son menores de 2 años, ya que no pagan boleto, pero si ocupan espacio dentro del avión, interactúan bien o mal con los demás pasajeros y la logística de abordaje y durante el vuelo, es muy diferente, tanto así, que antes a los menores de 4 años les cobraban una tarifa menor y ahora, a partir de los dos años, el pago es completo.
Si tomamos en cuenta que la familia es el centro mismo de la sociedad, sobre todo en un país como México, el Turismo Familiar (término español que distingue con un sello y promociona los establecimientos, destinos y atractivos que apuesten por el público familiar.) se vuelve fundamental en la definición de segmentos para algunas marcas, ya que los niños son los principales motivadores para realizar ciertos viajes. Solo hace falta ver que las temporadas altas van en relación con el calendario escolar, es decir, fines de semana, días festivos, Semana Santa, verano y vacaciones de invierno. Sumado a este segmento de las familias, se está creando un nicho llamado PANK “Professional Aunt no Kids” (Tías profesionales sin hijos) que son mujeres entre los 30 y 44 años que -por ahora- no tiene hijos y tienen las ganas, el tiempo y en muchos casos, la disponibilidad económica para consentir a l@s sobrin@s. Son conscientes de que el amor de un niño es una calidad de afecto muy especial. Este nuevo mercado es el objetivo de varias promociones y ofertas que alientan el consumo de productos para niños: ropa, juguetes, parques de diversiones, restaurantes y hasta vacaciones, ya que una vez que sienten que sus necesidades fueron cubiertas y en algunas ocasiones, superadas, son los clientes más leales.
Los prestadores de servicios turísticos deben tener en cuenta estos mercados de familias trotamundos que cada vez está creciendo más. De acuerdo con un estudio de Mundo Joven (www.mundojoven.com) los niños mueven 50% del turismo familiar en México debido a que deciden o definen el destino. Esto se debe a que las actividades se centran en aquellas que resultan más divertidas con un gasto promedio entre los $20,000.00 y $100,000 pesos dependiendo el destino y el número de personas que viajan.
Por otro lado, un estudio de Visa INC en colaboración con Oxford Economics de 2017, revela que en 2025 alrededor de 282 millones de familias en el mundo planificarán al menos un viaje internacional al año, lo que supone casi un 35% más que en 2015. Esto se debe a tres razones principales:
1) Nacimiento de una clase media viajera e itinerante que dedicará cada vez más parte de sus presupuestos familiares a los viajes.
2) Envejecimiento de la población
3) Mayor conectividad
Entre las actividades elegidas por familias en sus viajes, se encuentran:
• Propuestas al aire libre
• Playas
• Cultura
• Parques temáticos y de atracciones
Por lo regular se alojan en casas rurales y con familiares para viajes de corta duración, mientras que para los viajes largos prefieren hoteles, apartamentos u otras opciones como tiempos compartidos o AirBnb ( www.airbnb.com ). Esto debido a que es un segmento muy sensible al precio.
Los productos y promociones especializados para estos dos segmentos giran en torno a:
• Niños gratis
• Hoteles tematizados con personajes de caricatura
• Menús infantiles
• Toboganes de agua en las albercas
• Mini clubs
• Rutas familiares
• Páginas web especializadas en vacaciones para familias
• Habitaciones comunicadas
• Sistema de control a las salidas de los establecimientos
• Acceso a internet (¡casi de vital importancia!)
Esto quiere decir que, en ocasiones, el turismo familiar exige una adaptación de los servicios básicos que se ofrecen (hospedaje, alojamiento, alimentos, oferta complementaria y transporte) por ser consumidores de una amplia gama de productos.
Definitivamente, son segmentos de mercado que pueden resultar muy atractivos para aquellos prestadores de servicios turísticos que se involucren en alguna parte del proceso o en todo. La oferta cultural y de entretenimiento adecuada es fundamental y los destinos cada vez son más conscientes de que el producto turístico resulta más importante.
Después de estos puntos, la conclusión es que, sin duda, los niños y el turismo pueden ser ¡¡LOS MEJORES AMIGOS!! El turismo familiar es un segmento con amplias posibilidades para la creación de tantos nichos como nuevas tipologías de unidades familiares que surgen: vacaciones con papá, vacaciones con mamá, vacaciones de abuelos con nietos, padrinos ahijados, etc. ¿o no?
¡Cuéntame cómo te ha ido ofreciendo viajes a familias!