El turismo de romance no se refiere solamente a las bodas y a las lunas de miel, hay también otras actividades que lo conforman que han sido poco y/o muy pobremente explotada y cuando hablamos ya de nuestros clientes actuales, los millennials, esto es una necesidad imperante, una cuenta pendiente que tiene la industria con esta generación, en mi experiencia estas 3 oportunidades de negocio poco –o pobremente- explotadas son:
- BabyMoons: Son unas vacaciones especiales para los futuros papás, que se dan con más seguridad dentro del segundo trimestre del embarazo, cuando es más seguro, para que la pareja se reconecte, descanse y se renueve ante el advenimiento de su bebé. Con una de las generaciones más auto indulgentes y proliferas de nuestra historia ¿por qué no existe una oferta real, extendida y conocida en este tema? La duración de estas vacaciones son de al menos 7 días, donde la mayoría de las actividades que realizan son seguras y tranquilas.
- Entregas de Anillos: Con la aparición de los flash mobe para comprometerse y una generación que busca la novedad dónde y cómo sea, las opciones de productos turísticos para entrega de anillos son extremadamente limitadas y de pobre ejecución. No encuentras nada que vaya más allá de una “cena romántica” cualquiera que sea la definición de romance que ellos tengan. Hace falta innovar, si las cenas románticas seguirán siendo un must, siempre cuando conectemos con la idea de romance de nuestro cliente, pero además ahora hay más parejas aventureras, sporties y atrevidas que les encantaría tener más opciones de las cuales elegir para vivir ese momento inolvidable.
- Excursiones gastronómicas: foodie rules! La cantidad de viajeros y foodies se multiplica día con día, basta con ver como las comunidades en la red se multiplican y crecen alrededor de la buena comida y de los Chefs en ascenso, pero cuando viajamos, qué difícil es encontrar una verdadera experiencia gastronómica. Plataformas como Foodietrips y trips for foodies son productos turísticos gastronómicos endógenos que están empezando a funcionar muy bien, sólo que, en el caso de México, la oferta es sumamente reducida y poco diferenciada.
Hay mucho que hacer y como dicen los americanos: “do not leave money on the table” la creación de una oferta diferenciada, la innovación, el trabajo colectivo finalmente es el que hará que nuestra industria siempre sea una industria modelo: generadora de experiencias únicas.